Maribel Guardia de vuelta a los escenarios con lagrimas en los ojos y fortalecida por el amor del público.
Maribel Guardia después de su ausencia en los escenarios de la obra «Lagunilla mi barrio» debido a la pérdida de su hijo Julián Figueroa el pasado 9 de abril, se dio un tiempo para recuperar su corazón y regresar a cumplir el compromiso profesional con dicha puesta en escena donde Alma Cero le reemplazó en espera de que llegara el momento que creyera estar lista para incorporarse al elenco siendo este 22 de abril la fecha en que el Centro Cultural Telmex Teatro II en CDMX le recibe en ovación y de pie.
Durante la antesala del lugar, pudimos platicar brevemente con la actriz que comentó los motivos que la llevan a volver a los escenarios a pesar del dolor que aqueja su corazón: “Tengo que continuar con mi vida”, señaló firmemente ya que esos serían los deseos de su hijo tras la experiencia de abrazarlo mientras rezaba, después de esta experiencia perdido el miedo a la muerte ya que ahora sabe qué hay más allá, y es luz!, la experiencia se dio durante el rosario de Julián donde pudo verlo, abrazarlo y saber que está bien y feliz, motivo por el que ahora se siente tranquila de saberle se encuentre entre tanta luz.
El tan esperado regreso de Maribel a la puesta en escena «Lagunilla mi barrio», el público le aplaudió de pie al aparecer minutos después de dar inicio a la función, acción a la que sus compañeros en escena se unieron al aplauso provocando ovación por parte de los asistentes.
Maribel, fue conmovida inmediatamente por el recibimiento de la gente y agradeció las muestras de cariño con sus manos juntas y mirando al cielo, al momento que sus compañeros se unieron al aplauso, Lisardo le dio un abrazo para reconfortarla y de manera muy profesional regresar a su papel desempeñándose a la altura que la obra demanda, siguiendo sus lineas de su papel como: «Doña Lancha» la picardía, el garbo y las risas se hicieron presentes en su rostro a lo largo de las tres horas que dura este des estresante show que se desarrolla en el barrio de la Lagunilla entre personajes coloquiales que se encuentran entre el amor, el desamor, intrigas, pero sobretodo basada en mucho humor.
El emotivo momento llega al interpretar el tema: «Yo sin tu amor» después de despedirse del público en caravana mirar al cielo y llevar sus manos al pecho en señal de oración y agradecimiento mientras su nombre «Maribel» fue coreado por todos de pie para despedirla y reconocer el gran valor de estar parada en el escenario bajo las circunstancias que hoy enfrenta la costarricense consentida de México.